El riesgo de tener catarro se incrementa al dormir poco

Las personas que duermen seis o menos horas tienen un riesgo cuatro veces mayor de contraer un resfriado en comparación con las que disfrutan de más horas de sueño, según un estudio realizado en Estados Unidos.
Mujer resfriada en la cama
Dormir poco es un importante factor de riesgo para tener catarro.

La falta de sueño es un factor de riesgo para sufrir catarro y, de hecho, las probabilidades de contraer un resfriado se incrementan más de cuatro veces en las personas que duermen seis hora o menos por la noche en comparación con las que pasan más horas durmiendo, según ha comprobado un estudio realizado por un equipo de investigadores que ha dirigido Sheldon Cohen, profesor de Psicología en el Colegio Dietrich de Humanidades y Ciencias Sociales de la Universidad Carnegie Mellon de Pisttsburg (Pensilvania, EE.UU.).

La falta de sueño aumentaba más el riesgo de contraer un resfriado que otros factores como el tabaco, los niveles de estrés, la raza, o el nivel educativo y social

En 2009 el profesor Cohen llevó a cabo un estudio en el que tras exponer a los participantes a un virus del resfriado común y analizar los factores psicológicos que influyen sobre esta afección y la duración del sueño de estas personas, ya observó que dormir menos de lo necesario se asociaba con un mayor riesgo de desarrollar la enfermedad, un hallazgo que ha confirmado gracias al nuevo estudio.

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En la nueva investigación participaron 164 adultos que se sometieron a diversos exámenes de salud y respondieron a cuestionarios durante dos meses con el objetivo de determinar factores de riesgo como su carácter, el consumo de tabaco y alcohol, y el estrés. Además, se empleó un dispositivo que midió la duración y calidad de su sueño durante siete días.

Posteriormente les alojaron en un hotel, les inocularon virus comunes responsables del catarro, y les monitorizaron durante una semana tomando cada día muestras de moco para comprobar si el virus había arraigado. Los investigadores observaron que las personas que dormían menos de seis horas diarias eran 4,2 veces más propensas a resfriarse en comparación con los individuos que pasaban más de siete horas durmiendo, mientras que los que dormían menos de cinco horas tenían 4,5 más probabilidades de acatarrarse.

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Como ha explicado Aric Prather, profesor asistente de psiquiatría en la Universidad de California en San Francisco y principal autor del trabajo, el sueño influía más en el riesgo de enfermar que otros factores como el tabaco, los niveles de estrés, la raza, o el nivel educativo y social de los sujetos evaluados, y suponía un predictor significativo de susceptibilidad al virus del catarro, y añade que los resultados del estudio demuestran el riesgo que supone la falta crónica de sueño y la necesidad de que se tenga en cuenta como uno de los pilares fundamentales de salud pública y bienestar, junto a la dieta y la actividad física.

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Actualizado: 3 de enero de 2017

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