Una dieta similar a la keto podría duplicar el riesgo cardiovascular

Las personas con una alimentación baja en carbohidratos similar a la dieta cetogénica o keto pueden tener el doble de riesgo de sufrir varios eventos cardiovasculares graves, como obstrucción en las arterias, infarto de miocardio, o accidente cerebrovascular.
Ingredientes de la dieta keto

07/03/2023

La popular dieta cetogénica o dieta keto para bajar de peso se ha asociado a beneficios para la salud como prevenir ciertos tipos de cáncer, o reducir los síntomas de abstinencia del alcohol o los efectos adversos de la quimioterapia, pero también podría ser perjudicial en ciertos casos, ya que un nuevo estudio ha mostrado que una dieta “similar a la keto” –que se caracteriza por ingerir gran cantidad de grasas y muy pocos carbohidratos– puede estar asociada con niveles más elevados de colesterol ‘malo’ y el doble de riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares, como angina de pecho, obstrucción de las arterias que requiere la colocación de un stent, ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares.

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“Nuestro estudio encontró que el consumo regular de una dieta autoinformada baja en carbohidratos y alta en grasas se asoció con mayores niveles de colesterol LDL, o colesterol ‘malo’, y un mayor riesgo de enfermedad cardíaca”, afirma la Dra. Iulia Iatan, médico científico asistente en la Clínica de Prevención del Programa de Corazón Saludable, el Hospital St. Paul y el Centro para la Innovación Corazón Pulmonar de la Universidad de Columbia Británica en Vancouver, Canadá, y autora principal del estudio. “Hasta donde sabemos, nuestro estudio es uno de los primeros en examinar la asociación entre este tipo de patrón dietético y los resultados cardiovasculares”. Los hallazgos se han presentado en la Sesión Científica Anual del American College of Cardiology junto con el Congreso Mundial de Cardiología.

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Los hidratos de carbono son la primera fuente de energía para proporcionar al organismo la energía necesaria y las dietas bajas en carbohidratos y altas en grasas (LCHF, por sus siglas en inglés), como una dieta cetogénica, limitan el consumo de carbohidratos presentes en alimentos como el pan, la pasta, los tubérculos, el arroz y otros cereales, y también frutas y verduras.

El 9,8% de los participantes con una dieta baja en carbohidratos sufrió un nuevo evento cardíaco, en comparación con el 4,3% de los que siguieron una dieta estándar

Si el cuerpo no obtiene estos nutrientes tiene que descomponer la grasa en el hígado para conseguir energía y durante este proceso de descomposición se generan cetonas, un tipo de sustancia química que el cuerpo usa como energía cuando le faltan los carbohidratos, de ahí el nombre cetogénico o “productor de cetonas”. Los defensores de este tipo de dieta suelen sugerir que los carbohidratos constituyan el 10% del total de calorías diarias, las proteínas entre el 20% y el 30% y que entre el 60% y el 80% de las calorías diarias procedan de las grasas.

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Cómo afecta a la salud restringir el consumo de carbohidratos

Los autores del nuevo estudio establecieron una dieta LCHF que denominaron “similar a la keto” y en la que no más del 25% de la energía o calorías diarias totales procedían de carbohidratos y más del 45% de las calorías diarias totales de grasas. La consideraron “similar” porque es algo más alta en carbohidratos y baja en grasas que una dieta cetogénica estricta, y definieron una “dieta estándar” como aquella que no cumple estos criterios y es más equilibrada.

Analizaron datos del Biobanco del Reino Unido, que contiene información de salud de más de medio millón de personas residentes en el Reino Unido. Cuando se inscribieron en el biobanco, 70.684 individuos completaron un cuestionario de dieta de 24 horas autoinformado y también se les extrajo sangre para comprobar sus niveles de colesterol. Los investigadores seleccionaron a 305 participantes cuya dieta cumplía con su definición de LCHF y los emparejaron por edad y sexo con 1.220 personas que seguían una dieta estándar. El 73% de los participantes en cada grupo eran mujeres y la edad promedio del grupo 54 años. Los que seguían una dieta baja en carbohidratos tenían un índice de masa corporal (IMC) promedio de 27,7 y los que seguían una dieta estándar, 26,7. Un IMC de 25 a 30 se considera sobrepeso.

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Después de seguir a los participantes un promedio de 11,8 años, y tras ajustar otros factores de riesgo de patología cardíaca, como diabetes, hipertensión, obesidad y tabaquismo, comprobaron que las personas con una dieta baja en carbohidratos tenían el doble de riesgo de experimentar varios eventos cardiovasculares graves, como obstrucciones en las arterias que precisaron la colocación de stents, infarto de miocardio, accidente cerebrovascular y enfermedad arterial periférica. En total, el 9,8% de los participantes con una dieta baja en carbohidratos sufrió un nuevo evento cardíaco, en comparación con el 4,3% de los que siguieron una dieta estándar.

“Entre los participantes con una dieta baja en carbohidratos, encontramos que aquellos con los niveles más altos de colesterol LDL tenían el mayor riesgo de un evento cardiovascular”, ha declarado Iatan. “Nuestros hallazgos sugieren que las personas que están considerando seguir una dieta baja en carbohidratos deben ser conscientes de que hacerlo podría conducir a un aumento en sus niveles de colesterol LDL. Antes de iniciar este patrón dietético, deben consultar a un profesional sanitario. Mientras están a dieta, se recomienda que controlen sus niveles de colesterol y que traten de abordar otros factores de riesgo de enfermedades cardíacas o derrames cerebrales, como diabetes, presión arterial alta, inactividad física y tabaquismo”.

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No obstante, los investigadores también comprobaron que no todas las personas tienen la misma respuesta frente a una dieta baja en carbohidratos. “En promedio, los niveles de colesterol tienden a aumentar con esta dieta, pero las concentraciones de colesterol de algunas personas pueden permanecer igual o disminuir, dependiendo de varios factores subyacentes”, destaca Iatan. “Existen diferencias interindividuales en la forma en que las personas responden a este patrón dietético que aún no entendemos por completo. Uno de nuestros próximos pasos será tratar de identificar características específicas o marcadores genéticos que puedan predecir cómo responderá alguien a este tipo de dieta”.

A la hora de interpretar los resultados de la investigación hay que tener en cuenta una de sus limitaciones, y es que los participantes sólo proporcionaron información dietética en un único momento y los datos que proporcionaron sobre su consumo de alimentos podrían no ser exactos. Se trata, además de un estudio observacional, por lo que solo muestra una asociación entre la dieta y un mayor riesgo de eventos cardíacos relevantes, pero no una relación causal.

Actualizado: 9 de marzo de 2023

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